Geli Gonzalez

Dos voces , y una más

Performance

Duración: 00:21:00

Idea original: Geli González

Video documentación y edición de registro: Babel Producciones (Nadia Salvatierra / José Ma. Jaime)

Fotos: Atilio Orellana

Recursos: pavas, agua, mesa de hierro, calentadores eléctricos, micrófonos y amplificadores de sonido

MUNT- En el contexto de muestra individual “Mi mundo es todo el mundo”-

Tucumán, Argentina

2018

Descripción

Dos pavas silbadoras, de diferente tamaño, contienen agua. Al hervir la misma, comienzan a emitir un característico silbido. Las observo y escucho. Esas voces agudas me interpelan, no logro descifrar lo que dicen; me aturden por momentos, y en otros casi se extinguen. Pruebo imitarlas con mi voz, conectarme, continuarme, fundir mi sonido con el de ellas. Quizá seamos una.

 

 

Flyer de invitación

 

 

 

 

Dos voces, y una más. Registro

 

Dos voces, y una más. Registro

 

Dos voces, y una más. Registro

 

Dos voces, y una más. Registro

 

Dos voces, y una más. Registro

 

Dos voces, y una más. Registro

 

Dos voces, y una más. Registro

 

Dos voces, y una más. Registro

 

Dos voces, y una más. Registro

 

Aldo Ternavasio

Fragmento de texto publicado en La Nota:

https://lanotatucuman.com/lanzar-una-mirada-que-no-se-tiene-hacia-una-imagen-que-no-es-2/

“…. En ella, Geli organiza un dispositivo en el que dos pavas silbadoras comienzan a emitir su chillido cuando el agua que contienen entra en ebullición. Cuando esto ocurre, Geli, llevando al límite su voz, intenta alcanzar la afinación de las pavas. Es una lucha de cuerpos y energías, las pavas hirviendo, los pulmones, el diafragma y las cuerdas bocales tensándose. Son los cuerpos los que suenan. Suenan, no hablan. Literalmente, vibran. Es la vibración insignificante de donde procede el lenguaje pero que es anterior a él, son las intensidades incorpóreas de donde proceden los cuerpos pero que son anteriores a ellos, es la multitud de cuerpos impersonales de donde procede “el cuerpo individual” pero que es anterior a él. El arte hace subir a la superficie ese hervidero de fuerzas acéfalas y con ellas las miradas van más allá de sí mismas hacia un mundo todavía por venir cuya visibilidad se nos presenta como una escurridiza inminencia a punto de acontecer. Allí, a media voz, en medio de la voz, la voz otra de la obra —que escapa tanto de los cuerpos como de cualquier Yo—, susurra una verdad a la que no le falta nada: un mundo, a medias, puede ser, es, todo el mundo. En ese mundo, la obra de Geli toma cuerpo. Se trata de vivir allí. El tiempo del arte crea en la vida lo que la vida extravía en el tiempo que la crea. ¡Pavada de experimento!”

 

© 2024 Geli Gonzalez